de George Adamski. Ed. Mediterranee, Roma
Ha sido nuestra misma religión la que nos lo ha enseñado. Nosotros estamos de acuerdo con la afirmación de Cristo a propósito de la “casa de las muchas moradas”. Tenemos incluso una oración que dice:” hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”. Pero ¿Cómo podemos obedecer a este mandamiento si alguno no baja del cielo a enseñárnoslo? Se nos ha profetizado que extraños acontecimientos acaecerán en el cielo y se nos ha asegurado más veces que tales profecías se cumplirán. Y se han cumplido, ¿No es así?
¿Qué hacen nuestros ministros del culto y nuestros sacerdotes? ¿Se están preparando para confesarnos que nos han contado mentiras durante todo este tiempo? O ¿Se decidirán tal vez a admitir que todo ya se ha cumplido, que todo lo que nos han enseñado es verdadero y que hoy podemos ver esta verdad manifestarse? Es importantísimo que ellos tomen en consideración esta última alternativa ya que la Biblia menciona muy a menudo símiles manifestaciones desde los tiempos más antiguos.
Tal como están las cosas, estas astronaves procedentes del espacio externo, conocidas como discos voladores, ofrecerán a nuestras doctrinas religiosas y a los testimonios bíblicos el suporte de las pruebas. Si tenemos que aceptar como verdad la Biblia y las enseñanzas del clero, ha llegado ya el tiempo de probar que lo son. Las apariciones de los discos voladores están cumpliendo las profecías.